Ninguna lengua es capaz de expresar la fuerza, la belleza y la heroicidad de una madre. Yo a ella le agradezco por haberme dado la vida, por acompañarme en cada paso correcto, incorrecto o difícil. Por ser mi guía, mi eje y mi sostén, por estar dispuesta a dar la vida por mí; por despertarme con un beso y despedirme con un "que Dios te bendiga", por ser la persona más sencilla pero completa que necesito al lado mío, día y noche. Te merecés ser feliz más que nadie en el mundo. Te amo con todo mi ser.
Oh
Hace 16 años
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